Me acuerdo del silencio del toque de queda.




¿Recuerdan el silencio del toque de queda? Esa calle vacía, la ciudad en pausa. El silencio, pero no el silencio del campo, ese que hay a
la noche que salís y mirás las estrellas y decís “¡Qué linda noche! Escucha, no se oye nada”. Este era otro silencio, un silencio de “acá no se mueve nadie sin que yo lo diga”, un silencio de salís y te mato, un silencio de si escuchás un auto pueden venir por vos.
El silencio.
La dictadura estaba llena de silencios. Llena de palabras calladas, de gestos, de miradas de “no digas nada”.
Extracto de texto de Revista Umbral de septiembre de 2017.


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