Me acuerdo de la pobreza sin zapatos

Me acuerdo de una pobreza sin zapatos. Me acuerdo de mujeres que pasaban por el barrio pidiendo plata y de pasarnos horas jugando con sus hijos. Me acuerdo de la temida palabra sarna, excusa de nuestras nanas para no dejar que usaran el baño. Me acuerdo de mi nana pegándole con la manguera a su hijo en el suelo. Me acuerdo de haber pensando que no era una verdadera comunista (como era mentira que se comían a los niños, asumí que tampoco les pegaban) (hasta donde alcanzaba mi entendimiento, las nanas y los obreros de la construcción debían necesariamente ser comunistas. Supongo que eso eran para mí los trabajadores). Me acuerdo de preguntarle a mi mamá qué era lo que planteaban los comunistas -que todos seamos iguales- y entonces cuál es el problema -el problema es la forma-. Me acuerdo de pasar semanas dándole vueltas a qué significaba eso de la forma. Me acuerdo de los mendigos pidiendo pan duro. No me acuerdo de haber pensado alguna vez que los mendigos fueran comunistas. Me acuerdo de una nana vieja que vivía en la casa de una tía vieja. Me acuerdo de una foto de Frei Montalva en el velador y de su tele encendida con la parada militar. Me acuerdo de no entender nada de nada. Me acuerdo de la incomodidad que generaban mis preguntas...
Ana Cruz

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